martes, 9 de diciembre de 2014

martes, 2 de diciembre de 2014

Sensación de ahogo




Qué perdida me siento,
pese a estar rodeada de gente.
Qué perdida y sola me siento,
aunque sea solo un sentimiento y no una realidad.

Olvidé tu número de teléfono. Desapareciste de mi lista mental.
Qué perdida me siento.

Llámame, sé que está ahí. No puedo verte, pero sé que estás al otro lado.
Me he equivocado, lo siento. Está comunicando.

Llámame, dime 'hola'. Recuérdame que existes.
Miro a mi lado y no estás, ¿cuándo te fuiste?
Desapareciste y dijiste adiós, pero no te escuché. No quise.

Qué perdida me siento, qué grande es todo.
¿Por qué no me ayudas a centrarme? Llámame.

Vuelve.
Estás cerca, lo noto. Pero me he confundido y ya no puedo volver atrás.
Debería darle vergüenza al caprichoso destino que hace que olvide lo importante en mi vida, qué injusto. Pero tú, cariño, no hagas caso.

Lo he vuelto a intentar. ¿Hola? ¿Hay alguien al otro lado?
Silencio. Vacío. Y vuelvo a sentirme perdida.
Porque, aunque lo intente mil veces y lo vuelva a intentar otras mil, ya no puedo dar contigo. Porque he olvidado los rastros que clavé a fuego ardiendo, he olvidado los detalles que hacían de mi vida un mundo, he olvidado las sonrisas más bonitas que he podido presenciar. He olvidado tu apellido, he olvidado el tacto de tu pelo, he olvidado tu sabor y el frío de tus pies en mi cama desnuda. Lo he olvidado todo de ti, he olvidado cómo dar contigo porque ya no sé quién eres.

Tan cerca y a la vez tan lejos.
Y yo sigo perdida aunque tú ya no puedas encontrarme. Porque no se quién eres. Ya no importas.

Ya no puedo ni perderme en mis recuerdos...



miércoles, 12 de noviembre de 2014

He decidido tirarme a la piscina




"Si te engañan una vez, es culpa suya. 
Si te engañan dos veces, es tu culpa."

¿Por qué?
¿Por qué es mi culpa decidir confiar en la gente?
¿Por qué debo ser yo la culpable si la confianza es un regalo, no algo que haya que buscar?

Confiar puede ser complicado para mucha gente, pero no para mi. Yo siempre he querido ser una persona que confía, por mucho que pensaba en la desconfianza. Confiaba y ciegamente. Y sigo confiando, por más golpes que dé la vida, por más mentiras que te escupan en la cara, por miradas falsas, por sonrisas todavía más falsas y por acciones que no se pueden ni llegar a catalogar.

Desconfiar es muy fácil, todo el mundo puede hacerlo. Desconfiar es tan sencillo que nace cuando crecemos, por ello, yo confío. Porque los niños confían y ellos son los más sabios. Confío porque "el hombre es bueno por naturaleza", gracias Rousseau.

Confío porque quiero ser diferente, porque creo sinceramente que confiando en otro puedo ser feliz.

Confío porque me sale solo. No puedo evitar confiar en ti. ¿Qué motivos puedes tener para engañarme? ¿Por qué? Si tienes una respuesta a esta pregunta, dímelo.


"Si te engañan una vez, es culpa suya.
Si te engañan dos veces, es culpa suya.
Si te engañan tres veces, es culpa suya.
Si te engañan cuatro veces, es culpa suya.
Y así, sucesivamente."


Pero quiero ser feliz.
Por ello, quiero aprender a desconfiar, a no creerme lo que me digan, a juzgar por una mirada y una sonrisa, a poner buena cara cuando en realidad no me creo nada. Quiero ser feliz, huir de esa confianza que solo da disgustos, lloros y llantos. Quiero desconfiar de un beso, de un abrazo, de una palmada en el hombro, de un "quédate", de un brillo en la mirada, de un sentimiento y de un "esto no es un adiós".

¿Alguien se ofrece voluntario a acabar con la inocencia para entrar en la vida adulta de la desconfianza?


lunes, 10 de noviembre de 2014

¿A qué esperas, muñeca?

Oída, odiada, aguantada, significativa, dolorosa. 





Todos hemos soportado esa frase en nuestros peores momentos, cuando no podíamos levantar cabeza.  Famosa, pero cierta. Inevitable.

"No esperes nada"

Todo el que haya sufrido mínimamente, la habrá escuchado. De alguien cercano, un amigo. "Si no esperas nada, no sufres". Inevitable, pero por desgracia tiene razón. Quien nada espera, nada sufre.
Esperar, esperar, esperar... ¿a qué esperas? Espera sentada. El que espera, desespera. Qué horrible es esperar.

Es inevitable que te espere, como espero que amanezca pues vivimos esperando a todo.
Esperamos respirar al salir del agua.
Esperamos un mejor momento.
Esperamos un mejor trabajo.
Esperamos un amor.
Esperamos que termine la crisis.
Esperamos un abrazo.
Esperamos esa nota definitiva que te puede abrir las puertas a un futuro incierto.
Esperamos poder sonreír cuando pase la tormenta.
Esperamos al sol. A las estrellas. Al calor, al frío.
Esperamos soñar cada noche y despertar cada día.
Te espero.

Esperamos que ocurran cosas en nuestra vida, vivimos esperando y esto nos paraliza pero nos da esperanza. Pensar que las cosas irán a mejor, esperarlo, da esperanza. Mientras vives una realidad de mierda pero cómo somos de osados, que esperamos que mejore.

Nacimos esperando. Esperando a la muerte.

Entonces, ¿por qué odio esperarte y saber que no vas a llegar?
Fácil: costumbre.



Tengo un problema: espero demasiado de la gente pero odio esperar.

Quien no espera, es manzana.
Espezanza Gracia, Esperanza Aguirre.

martes, 28 de octubre de 2014

Podrá ser



Puede ser que haya vida después.
Que no todo quede en la decepción.
Las palabras vuelan, los recuerdos desaparecen y los sentimientos disminuyen.

Puede ser que quiera avanzar,
puede ser que no quiera mirar atrás.
Incluso puede que me haga bien, todo sea dicho.

Puede ser que lo merezca,
puede ser que no lo merezca,
pero estoy segura de que no es significativo.

Puede ser que el amor haya sido tan grande que nunca se vaya del todo.
Un amor trascendental, capaz de cambiar a una persona,
de hacerla más humana.

Puedo aceptarlo.
Puedo admitirlo.
Pero no quiero.

No quiero que cambie, pese a que sea inevitable, quiero las cosas como están.
Masoquista, si. Pero contigo.



lunes, 27 de octubre de 2014

¿Me avisarás cuando desaparezcas?






Existe un sentimiento extraño, que te oprime por dentro, que no puedes evitar porque nunca llegarás a entenderlo pero que es tan fuerte como el amor o el odio; un sentimiento que se asemeja a la soledad pero que es cosa de dos, que tiene que ver con la locura pero es más difícil de clasificar. Un sentimiento horrible, que si lo has sentido nunca lo olvidas y si no ha llegado a tu vida, rezas para que nunca lo haga.

Sentir que una persona va a desaparecer.

¿Cómo nombrar esa sensación, ese sexto sentido que te grita 'peligro'? Una angustia que te aprisiona la mente; "se va a ir, no se porqué, pero va a desaparecer".
¿Has sentido alguna vez cómo una persona se aleja de tí, cambia se forma de ser, sonríe de manera diferente o... el brillo de su mirada ya no es el mismo? Cambios mínimos y el tiempo te da la razón.
Es algo que no se le desea nadie, ni a tu peor enemigo.

Cuando tú necesitas a la otra persona, cuando le demuestras cariño, comprensión, tu mejor yo. Y no lo aprecia, no te lo dice, cambia, se camufla. Se aleja de tí. ¿Terminó?

Y puede ser peor. Puede ser mil veces peor; cuando tú sabes que se va a ir y no lo aceptas. Sabes que se va y no quieres. Qué mala sensación, luchar contra el destino y contra su voluntad...

Desearías gritarle, "¡no desaparezcas, te necesito. Quédate conmigo!" pero, ¿quién eres tú para atar a nadie? ¿Quién te crees tú que eres para luchar contra lo inevitable? No es tu culpa, ni la suya: es que la vida pone obstáculos, porque si todo es demasiado fácil, no apreciaríamos a la persona que se queda cuando puede marchar. Deberíamos dar las gracias por ese sensación de vacío, nos demuestra que no nos merece.

Cariño, tú mereces mucho más.



Ah! Y no intentes luchar contra ese sentimiento; cuando esté listo, dejará de orpimirte y se evaporará. Mientras tanto, desahógate y no esperes nada. Nunca esperes nada.


Elige. Quédate con ella, quédate conmigo.

jueves, 23 de octubre de 2014

No te vayas.

Amor mío; mientras duermes a mi lado, derrotado, te observo con adoración: tu respiración tranquila, tus párpados cerrados con dulzura, tu pecho inflarse y desinflarse con pesambre y tu cuerpo desnudo a la luz de una lámpara que tintinea. Observo con adoración, sin caer en la locura, tus labios carnosos que hace unos momentos descansaban sobre los míos, tus manos relajadas, que han descubiertos lugares ocultos de mi cuerpo, haciéndome sentir la mujer más afortunada del mundo. Imagino tu lengua, que ha surcado mis curvas con amor, dibujando en mi espalda pasiones secretas que se quedarán marcada para siempre. Tus dientes, duros y fríos, que han mordido mis labios infinitas veces... y que así sea, para siempre.

Desesperada y en un suspiro, acaricio tu espalda, deseando que vuelva a quedar invisible entre los dos y escribo mi nombre, tu nombre, en mayúsculas; ¡qué declaración de amor tan infantil y anticuada! Pero la ocasión lo merece, ¿no crees, cariño?

Un escalofrío. Detengo mi mano. Despacio y sin abrir los ojos, te giras y quedas boca arriba. El mundo se me cae a los pies, al tenerlo todo al alcance de mi mano pero temerosa de despertarte. Qué mágica y sabia es la naturaleza, que me da el don del insomnio y me regala un cuerpo perfecto desprotegido para que cuide.

Vuelves a suspirar y sonríes. Mis mejillas se encienden, ¿qué pensamiento habrá tenido? ¿Será conmigo, con nosotros hace unos momentos, mientras nos fundíamos en uno para no querer separarnos jamás? Daría mi más preciado tesoro, mi recuerdo más querido por poder adivinar lo que piensas, por un segundo, mientras sigues respirando a mi lado tranquilamente, ajeno al torrente de emociones que despiertas en mi interior. ¿Amor? ¿Deseo, quizás? Una mezcla perfecta de los dos, que me hace querer despertarte en este mismo segundo para escuchar tu risa, tu voz y sus jadeos. En mi cuello, por favor.

 ¿Qué me harías, si ahora, me pusiera a horcajadas encima de ti y te besara la frente, las mejillas, los párpados, tus perfectos lóbulos, tu mentón, la nariz y por último tus labios? ¿Qué terribles cosas, oh amor mío, serías capaz de hacerme si te acaricio tu pecho con deseo, mientras te miro a tus ojos bicolores ardientes y me muerdo el labio con lujuria?

Despacio, me incorporo y echo un último vistazo a la fuente de mis deseos y pesadillas, subiendo por un abdomen perfecto para largas cabezadas, un pecho firme, un cuello imposible de dejar de besar y una cara que me acompañará en mis mejores sueños. Si, era perfecto, pero como ocurre en las mejores historias de amor, la perfección no es recíproca.


Es muy pronto para un final feliz.


Me levanto, me visto despacio, dando la espalda al pasado. Desapareceré para siempre.

- ¿A dónde vas?

Miro a mi espalda con cuidado. Una voz ronca, en susurros, me ha preguntado. Con la cabeza levantada y mientras se frota los ojos, me mira con interés mientras bosteza por segunda vez. Su cuerpo moreno y menudo esperan. Me aclaro la garganta.

- A ningún sitio.

Sonríe y dándome la espalda, vuelve a dormirse.
Abro la puerta de la habitación sin mirar por última vez y huyo, despavorida, del dolor más grande que una persona te puede dar.


Not happy ending yet.


miércoles, 22 de octubre de 2014

Big girls don't cry






Stop.

Rebobina. 

¿Nunca has querido volver a ese momento? Si, ese momento, sabes exactamente de qué momento te hablo. Para ti puede ser un encuentro, una sonrisa, un beso, un abrazo o incluso un sonoro puñetazo.
Para mí fue una despedida.

El momento de decirle adiós a una persona, adiós para siempre. El momento en el que tienes que decir todo lo que sientes, lo que has sentido y lo que es muy posible que sientas al día siguiente... si es un adiós, ¿por qué hay que callarse algo?. 
Las despedidas duelen; dicen que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Que si se va de tu vida es porque no te merece y que para aliviar el alma siempre es bueno decir adiós.

No: las despedidas duelen y mucho. Sobretodo cuando no dices todo lo que quieres decirle, cuando cambiarías una frase o una simple palabra ya dicha, cuando sabes que es inevitable porque no quiere estar ahí. Decir adiós duele.

Rebobino. Tantas cosas calladas. Silencios incómodos. Pero el adiós quedó y no hay día en que no quiera regresar a ese adiós. No para evitar la despedida, el destino está escrito... sino para ver a la otra persona de nuevo. 
Y repetirlo de nuevo, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Despedirme todos los días de mi vida.

Quizás, de esta manera, me ahorraría las lágrimas de no volver a verlo, si cada día me vuelvo a despedir, si cada día vuelve para volver a decirle adiós.

Stop. 

Y así, conseguir parar el tiempo en ese momento. Total, ¿qué mas da sufrir un poco más si el adiós es inevitable?






martes, 21 de octubre de 2014

Perfecto en tu imperfección.

No te escondas






¿De qué vas, siento tan especial, escondiendo tus miedo y mostrando solo lo que tú quieres mostrar?
Eres imperfecto y eso pone.
Jodida imperfección.

Te hacen maravilloso; un diente un poco más torcido que su hermano colmillo gemelo, una perilla incipiente muy virgen, esa sonrisa lateral sincera, la forma de preguntarlo todo dos veces, la risa sincera sinceramente fea y tu manera de caminar.
Reúnes virtudes, expresas imperfecciones, que te hacen cercano. Adorable.

La persona perfecta aburre. Las imperfecciones enamoran.

Entonces, ¿porqué escondemos esa parte que consideramos imperfecta de nosotros mismos cuando puede ser el motivo por el que seas único?
Celebremos la imperfección; eso les desconcertará.



lunes, 20 de octubre de 2014

Un recuerdo para el olvido


Que se impregne, que se quede conmigo. Que nunca se vaya.



Somos coleccionistas de olores; un perfume nos marca, incrustándose en nuestra memoria para siempre.

¿Qué tendrá de especial? Puedes olvidar cómo te miraba fijamente, para qué lado sonreía con mayor naturalidad o el tacto de sus manos en tu espalda pero nunca podrás olvidar su olor, te ha marcado para siempre.

¡Qué profundo ha quedado enterrado! Lo buscarás para recordar los momentos que te ha dado ese perfume, para rememorar cada beso en el cuello, cada cabezada en su pecho. Para no olvidar ese momento.

Y un día te cruzarás con alguien que en su momento decidió utilizar también ese dulce elixir con el que tú has soñado más de una vez. Y llorarás, porque no era el perfume, era él; y lo peor de que fuera él es que es único y no volverás a vivir ese momento.

Un olor de la infancia, el perfume de tu madre, la fragancia de tu abuelo o la almohada una noche de lluvia; nuestra vida está rodeada de olores que hacen la vida más apasionante y a la vez, más dolorosa. Porque un olor te marca y cuando lo pierdes, sabes que una parte ha desaparecido y lo que más odiamos es perder.

Perder a alguien. Perder en el amor.


Chic@s, olor natural: permitirnos que os podamos olvidar, que el recuerdo sea esa mirada, esa sonrisa o esa caricia original porque no podría soportar volver a recordarte en el tren, durante horas, por un estúpido perfume.


viernes, 27 de junio de 2014

Descubrimientos inútiles y-sorprendentes


Pongo la mano en el fuego a que no soy la única que descubre algo (inútil, innecesario para la existencia humano y chorra) y siente la necesidad de contarlo a los cuatro vientos (o a todo Twitter).

Pasando por 4 fases:
1) Veo algo raro, distinto: sufro un "dejavú" o pienso algo ingenioso. Y descubro algo.
2) Me lo creo, fase indispensable.
3) Me rio sola, asintiendo frenéticamente.
4) Miro a mis lados, a ver si hay alguien (NOTA: si estás sol@ no lo hagas), y si hay alguien lo cuento y si no, me río más flojito imaginando la cara que pondrán cuando lo cuente.

Pues hoy me ha ocurrido. A veces estas cosas me pasan, necesito sentirme "special".

Estaba aburrida, viendo vídeos en Youtube, comenzando por un informe Robinson sobre el Dream Team y terminando por mejores momentos de Ralph Wiggum. Lo típico, vamos. ¿Y la de vueltas que he dado para llegar a ese vídeo comenzando por otra cosa totalmente diferente...? Pero ese es otro tema. Interesante, pero otro tema.


Total, ahí estaba yo partiendo la caja-torácica con "La respuesta es el fantástico Ralph!" o "¿Por qué todos huyen de mi?" cuando ha salido la siguiente escena:



Y digo...
FASE 1) "¿Gracias Sara? ¿Gracias Sara? ¡Gracias Sara! ¡Wiggum es un precursor! La coletilla de la Eurocopa es gracias al jefe Wiggum, que grande. "
FASE 2) Me lo creo totalmente: estoy aquí escribiéndolo.
FASE 3) Me he reído, yo sola.
FASE 4) Como estoy sola, había pensado ponerlo en Twitter pero he pensado: ¿para qué escribirlo en ciento y pico caracteres si tengo un blog y puedo escribir y darle la tralla que quiera? Con lo que me gusta enrollarme, más que a un Kebab.


Después de lo que acabo de decir, esta soy yo ahora mismo.
O esta.

(...)

Siguiendo con los descubrimiento inútiles, ¿recuerdas cómo te sentiste cuando descubriste que el símbolo de Carrefour no era una cosa rara y sin sentido, sino que era la C?
Increible.
Foto de Creativos online

¿O cuando descubriste que Theon Greyjoy de Juego de Tronos, es Alfie Allen, el hermano de Lilly Allen?
Foto de Digital Spy

Con esta carilla me quedé yo:


Creo que iré actualizando esta entrada conforme descubra cosas. Si, eso haré.


Ale, viva Ralph.



Sois adorables.

jueves, 26 de junio de 2014

Whatsapp, Facebook... y viceversa.


¿Somos predecibles?
Con una "cosa" muy sencilla, se puede saber mucho de nosotros: expuestos al medio, contamos más de lo que deberíamos y callamos lo más importante pero nuestras acciones están ahí, se pueden ver... y analizar. Y los analistas se relamen.



Un día normal, tranquilo, de comida familiar, mi tío comentó una cosa que me pareció bastante interesante; él tenía un pequeña teoría que he podido comprobar con bastante facilidad.

Si, muy bien, pero, ¿cuál es esa teoría?

Sencillo: la gente que usa mucho Whatsapp, usa muy poco Twitter, Facebook y demás redes sociales y, quién controla y actualiza muy seguido Twitter, Facebook, etc., por el contrario, utiliza menos Whatsapp. ¿Fácil, no? + Whatsapp - Facebook y -Whatsapp + Facebook, para hacerlo más sencillo.



Y esto quedó ahí, no se le dieron más vueltas ni se explicó porqué o diferentes teorías que pueden surgir pero yo, en mi fuerito interno, lo pensé: ¿por qué?
En sí, no debería ser así porque las redes social y la mensajería instantánea son compatibles y esta afirmación abarcaba bastante, pero seguía siendo interesante.



Vayamos pues con el experimento:
Seguro que conoces a alguien muy enganchado a Whatsapp, que siempre está con el móvil en la mano hablando con 3 o 4, que está en tropecientos grupos y que presta más atención al móvil que a ti. Entra en su Facebook: ¿cuándo fue la última vez que subió una foto? ¿Cuándo compartió un estado, una foto o respondió a alguien?
Y lo mismo con Twitter.



Por el contrario, seguro que también conoces a alguien en Facebook 23 horas y media, que comparte en Twitter lo que desayuna, lo que caga y cuántas horas duerme de media al día. Esta persona (tan singular), ¿está enganchada a Whatsapp? Me apuesto un riñón y parte del otro que no.


Yo lo comprobé, primero, conmigo: en whatsapp suelo se un fantasma (y en la vida real ja, ja) pero Facebook es una religión. Lo mismo instagram.
Segundo, una amiga: en whatsapp día, tarde y noche, no se despega del móvil ni comiendo (para matarla... a besos). En cambio, en Facebook no existe, solo cambia la foto de perol o le da a "me gusta" a la foto que acabas de subir y que sale ella. Y ya está.

¿Interesante, verdad?

En realidad es una tontería, algo mínimo, pero que debería hablar de nosotros. En un futuro haré un "estudio" sobre lo que dice de nosotros el enganche a Whatsapp o Facebook, puede ser interesante.
Me gusta la palabra interesante.

¿Qué os ha parecido?

Sois adorables, nos vemos en Facebook ;)

domingo, 25 de mayo de 2014

Ilusiones


Vivo esperando a que, pasados 10 años, vuelva Will Turner con ese destello verde y me de un día de pasión interminable, para acabar marchándose con un "No dejes de otear el horizonte" y yo, fumándome un cigarro muy satisfecha tirada entre las rocas.




Vivo soñando que Tyler Durden rompa una noche la puerta de mi habitación y me someta. Ah que no, que no todas los habéis soñado más de una vez.




Y si aparece Edward Norton con esa carilla pues no se le hace un feo. Y punto.




Vivo en espera que Héctor se de cuenta que con esa no hace nada por mucho que le haya dado descendencia varonil, que yo lo espero más allá de las cuevas de Troya para que huya conmigo y no enfrentarse a Aquiles.

Va a buscarme, por eso se pone el casco


Vivo deseando que Tom Hansen se de cuenta de que no hay que esperar 500 días, ni que solo aguantaríamos eso. Todos los días de i vida le daba yo (y otras cosas que le daba...).

¡Que ese cuerpo no pase hambre, señor!





Vivo para decir: Jack, yo no hubiera dejado que te hundieras. Definitivamente, la tabla nos aguantaba a los dos seguro. Si no, perfectamente sobrevivíamos sin una pierna. O un brazo. Pero esos ojos que no se los pierda el mundo por favor te lo pido. Vuelve ya y espera a que le robe el pasaje a la Rose esa ;)




Vivo esperando a Alex Pettyfer. Y PUNTO.




De ilusiones no se vive, pero es lo que me toca después de lo que ha hecho el cine conmigo (y con alguna otra también). Como no venga ninguno pronto, no le encontraré sentido a esto.


Sois adorables (ellos)

viernes, 23 de mayo de 2014

Solo #política y #fútbol


¿Has entrado en Twitter?

Si todavía no lo has hecho, entra. Luego, pues yo que se, tómate un vaso de leche...

Pero por supuesto que has entrado, todos somos súper modernos (tenemos una súper cuenta en Twitter) y entramos en Twitter, aunque no dejemos un simple tweet para demostrar que ahí hemos estado. Es más, el 90% tiene Twitter para meterse en el Twitter de otras persona (sea esta: familiar, amigo, enemigo, ex-novio/a, futuro amante, etc.) y así ver lo feliz que es y las fotos tan bonitas que sube o los tweets sobre la excursión barra viaje que hizo con sus súper amigos. Cómo nos gusta auto-lesionarnos y lo atacados que tenemos a los emos.
Perdón, pero era necesario.















Es una ilusión y alegría esto...

Y lo peor de todo es el círculo vicioso que se crea: Twitter para vigilar tu ex, que sube fotos con una nueva "amiga", tú te cabrea y subes una foto o un tweet con dedicatoria. El ex lo ve porque... ÉL TAMBIÉN SE HIZO TWITTER POR LO MISMO. (Léase él o ella).

Y así sucesivamente. 
















No me gusta Twitter por cosas así, pero no he venido a hablar de eso.
YO HE VENIDO AQUÍ A HABLAR DE MI LIBRO.














No.

He venido a hablar de lo que nos gusta a todos: fútbol y política.
Cuando no es una, es otra. Y así sucesivamente. Y por desgracia, lo digo a malas.
Cuando se habla de política siempre es a malas, a bipartidismo, a PPSOE, por elecciones próximas o porque alguno la ha cagado:
· Corrupción
· Huir de la ley
· Insultos
· Etc.

Molaría un pegote que se hablara de política en Twitter sin que ocurriera nada de esto pero... ¡qué bonito es soñar despierta! Por eso me da aprensión ver las tendencias de este último día con un par de horas de diferencias: política y fútbol. Fútbol y política. Es la temática de un país que se va al garete, es lo que utilizan para mantenernos ocupados. Y picamos, porque somos pececillos indefensos. Pero, ¿las redes sociales no se crearon para otra cosa? Para expresarnos libremente y toda la pesca... ups, tema prohibido.

Pero hablemos de política. Y de fútbol.
Yo soy de las que coge Twitter cuando el Barça (soy culerda) está jugando un partido. De normal lo tengo como una aplicación más que... me hace gracia; eso si, cuando hay fútbol soy la que más comenta de, atención, la friolera de mis 248 seguidores. Craaaaacy.
Pero esto no me gusta, porque como yo hay miles y miles de personas, con cuentas ridículas que solo escriben cuando están cabreadísimos porque su equipo ha perdido, está jugando mal o lo mejor de todo: esa gente feliz por que su equipo ha ganado LOQUESEA y echan en cara que los que han perdido se esconden. ¿Hipocresía, dónde?
Estamos guiados a ello.

Hoy me voy a acostar súper-reivindicativa y así de mona.














Solo tenía ganas de escribir a lo loco (asdfghjklñqwertop) un par de minutos, después de meterme a Twitter y ver basura. Porque ver a gente enfadada y dándolo todo por una red social me pone de mala leche ;)
Luego viene este maromo, me hace esto y lo empujo hacia la cama y se me pasa.













Sois adorables. Un besi.



jueves, 22 de mayo de 2014

Resurrection: no future.

Resurrection.
La serie del momento, de moda, con más visiones de un capítulo que toda la temporada de Sálvame junta. Increíble, habrá que verla.
Empieza fuerte, un par de capítulos en los que puedes llegar a pensar... "Mola, me gusta, es interesante". Etc, etc.
O al menos, es lo que yo pensé.


Hoy he descubierto que estaba equivocada.

No se si es por la traducción, el doblaje o la cara de Omar Epps pero me aburro. Muchísimo.





Ahora si: comencemos la "crítica".
Mira que los capítulos son cortos, pues se me ha hecho interminable.

Primero, el niño. Por dios, ¿quién ha sido el de casting que lo ha elegido? Vamos, de 0 total. Yo no se si está "empanado" a todas horas o si se ha quedado así después de despertar en China y comer algunos insectos a la plancha, qué se yo. Pero me da grima y repelús.
¿Y aquí es que suicida todo el mundo?


Segundo, el policía padre de la médica (es que no me sé ni un nombre). Más americano no puede ser. Por favor, que se vaya del pueblo a probar suerte como shérif de otro condado y así mejoraría y mucho la serie.

Si por lo menos fuera como el Sheriff de Once Upon a Time (¡guapo!)




Tercero, la música. NO. Y los largos e inaguantables silencios que hay.

Cuarto, esta frase: "Desde que volvió, no es el mismo. Es... diferente." A VER, ¿QUÉ ESPERAS? Tu hijo murió hace 30 años, vuelve "de la muerte" tal y como lo enterraste y DICES QUE ESTÁ DIFERENTE. El problema sería que no lo estuviera.

Loca.




¿Hay más?

Bueno, que el tio bueno sea cura barra pastor y esté con una fea. Por ejemplo.


El hilo no me ha enganchado. Tengo ganas ya de que acabe y enterarme de lo único que me ha dejado un poco intrigada: por qué el loco hace abujeros en el suelo y el pequeño tiene cara de susto permanente. Y EL "LOCO" TIENE RAZÓN, se ve a leguas. Aix, estos de Hollywood...

Dudo que me vuelva a entrar esa curiosidad y ganas de seguir la serie con amor y cariño como ha conquistado mi corazón Juego de tronos. Esperaba más de esto, la trama lo merece (se supone) pero no engancha.




Solo hay una cosa que me ha gustado y es: LA RUBIA SALÍA EN "DEVUELVEME MI SUERTE".

Si a tí te gusta la serie en general, mi más sentido pésame.
<3

jueves, 27 de febrero de 2014

Debo empezar a no preocuparme por los demás

Antepongo mis necesidades, lucho por intentar que los demás sean felices, que se cumplan sus sueños y metas. Que todo el mundo tenga lo que quiera. 
Pero, ¿y yo qué?
Yo nada. 

Me gusta ver cómo otro sonríe, ver que está feliz, que triunfa. Soy muy egoísta en ese sentido.

Pero me olvido que los demás, en general, no piensan lo mismo. Son más inteligentes, han evolucionado donde yo me he quedado estancada.

En mi círculo de felicidad, mi seno familiar, crecí con mis padres dándome todo lo que necesitaba (ojo, no todo lo que quería), todo el amor que podían dar, el último filete o con un poco de esfuerzo, esos zapatos que llevaba semanas soñando. Lo dieron todo por mí y mi hermano.
Y yo me alegro de poder decir que he aprendido de ellos, que me preocupo por lo que sienta y piense el otro, por intentar ayudar y conseguir que todo salga bien. 
Pero me he descuidado a mi misma. Y al salir de ese círculo cerrado familiar, la realidad me dio de bruces y fue insoportable: salir de casa fue difícil. 

Salir es complicado para todos, pero depende de cómo haya sido su vida, cada persona evolucionará de una forma diferente. Hemos visto de todo: rebeldes, educados, amigables, envidiosos, fiesteros, solitarios, etc. Lo que mamas, serás.
Pero, ¿qué peor puede ser que conocer lo que de verdad esconden las otras personas? Ese personas desconocidas, que ocultan los sentimientos porque todos sabemos que mostrarlos está muy mal visto, y solo quieres conocerlos. Pero se esconden. 
Lo intentas, ayudas, desinteresadamente. Te juzgan, sobrevives, haces cosas mal y cosas bien. Lo intentas, nadie es perfecto. 
Pero te desinflas por dentro. 

Llega un momento que la sonrisa del otro ya no te llena, porque por dentro estás vacía de otros sentimientos. Te descuidas, te sientes inferior y crees que haciendo lo que haces conseguirás encajar. Ser parte de un grupo. Ser alguien al que echar de menos.

¡Cuánto he tardado en darme cuenta de lo equivocada que estaba!

De un golpe se aprende. Y lo importante es aprender a levantarse y empezar a preocuparse por uno mismo, por lo que necesito yo y solamente yo. Que mi vida es única, como la tuya. O la suya. Y vale lo mismo. 
Nunca volveré a descuidar lo que yo deseo siempre sin imponerme por encima de nadie. Pero tampoco quedándome por debajo de nada o nadie.
Y por ello, debo empezar a no preocuparme tanto por los demás.

Elige bien. 
Ali.

lunes, 24 de febrero de 2014

Yo también sufro ansiedad


En mi vida lo he llamado así, ansiedad. Monstruo de mil caras que me hace ser otra persona, empequeñeciendo mi espíritu y haciendo de mi vida un infierno. No se puede vivir preocupado todo el tiempo, pero yo no vivo: sobrevivo.
Aquí mi historia inacabada.


Hace un par de años, después de un par de sustos por jugar a "hacerme la mayor", todo comenzó para mí. Entendamos por jugar a tontear con maria y poco más, no pasó de ahí. 
Pero algo se accionó, una sensación de angustia casi permanente. A partir de Enero de 2012 no volví a consumir nada que se le pareciera, pero no importaba: todo me afectaba mucho. Cualquier cosa; una infusión, una cerveza, una copa... lo que fuera. En mi cabeza se accionaba una sensación "madre mía, ¿qué me está pasando? ¿me estoy mareando?" y mi cuerpo se dejaba llevar por aquello que imaginaba. 
Horrible. 

Empezaron a sucederse pensamientos de ¿me he quedado tonta? ¿voy a caer en una enfermedad mental tipo esquizofrenia? Etc. Casi a diario.
Y no hablemos de los trastornos obsesivos-compulsivos:
· Si no veo las llaves encima de mi mesa, no me puedo dormir.
· Tengo que cerrar la puerta de casa y quedarme 6 segundos mirándola.
· He cogido miedo a volar. Por suerte acompañada lo supero pero es una sedación malísima.
· El gas. Tengo que asegurarme que todos los pitorros estén apagados.
· Tengo que lavar muy bien la fruta y verdura. Si creo que no lo he hecho, no como. He llegado a lavar 7 veces un mismo tomate.
· Lavarme las manos cada 10 minutos. Por lo que sea.
· ¿Enfermedades? Las habré cogido todas. Seguro. Me he hecho varias pruebas médicas por nada, tomándome tantas molestias como ir a sacarme sangre varias veces al hospital o ir a médicos distintos.
· He cogido miedo a las pastillas, tanto ibuprofeno como paracetamol. Sólo las tomo cuando el dolor puede conmigo, si puedo evitarlas...

Todo esto, todos los días.
Incluso tuve algún que otro ataque de ansiedad grave: me quedaba sin respiración. El mundo se me cerraba, mi mete se quedaba en blanco por momentos. Nunca hay que tomarse en broma un ataque de ansiedad, es lo peor que te puede pasar porque no es un dolor físico. Y no puedes pararlo.

Claro, a raíz de todo aquello empezó mi insomnio (tantas preocupaciones lo procuraron), mi estrés, hubo una temporada que no comía (por no tener hambre), casi no salía por no poder beber, dejé de fumar (es lo único bueno que saqué de toda esta locura) porque el simple hecho de fumar tabaco me sentaba mal, y lo peor de todo: desarrollé hipocondría.

Por suerte lo más duro solo me duró un año. A partir de Diciembre de 2013 que me pegué una buena borrachera en una cena de clase, todo lo relacionado con las bebidas alcohólicas o las infusiones, incluso el café que lo tenía TOTALMENTE VETADO, toda esa sensación de "casi" muerte inmediata, miedo a perder el control de mí misma, desapareció. 
El insomnio también se curó al volver a casa por Navidad (que fue tal que así, volví de Italia). 

Pero claro... 

En mí han quedado esos pequeños TOC (que he escrito antes aunque la lista se agranda cada semana) y son pequeños, muy pequeños (es una grave enfermedad) y la hipocondría.
Llevarme el dedo al cuello para comprobar el latido de mi corazón se ha convertido en un tic: cada dos por tres lo hago. Y me pongo nerviosa cuando lo voy a hacer, es un círculo vicioso.
Las bacterias, los bichos, la suciedad me aterra. 
He desarrollado claustrofobia: para mí acabaron los ascensores o los espacios pequeños cerrado.
¿Un autobús lleno de gente? Pare que me bajo.

¿Tú crees que así se puede vivir? ¿En serio?

Todo me preocupa. Todo.
Hay días tranquilos, donde no me he detenido a pensar en nada en especial hasta que me acuesto. Y recuerdo que no sé si, en mi pueblo, he cogido mi instrumento y lo he dejado en mi habitación o se ha quedado en el autobús. Con un nudo en la garganta, tengo que llamar a mi padre a la 1 de la mañana porque si no, sé que no duermo. Y así mil historias más.

Y me siento muy débil, muchas veces desganada e incluso estúpida. Porque sé que es una cosa que me durará toda la vida.

También soy masoquista. Tengo un conejo, al que adoro y con el que juego cada dos por tres. Me lavo las manos siempre después de tocarlo pero, eso que de repente un día te llaman por teléfono y los estaba acariciando, lo sueltas y hablas diez minutos con una amiga. Y a la hora te comes un par de patatas fritas. Pues QUE NO CUNDA EL PÁNICO, que mi cabeza me recordará, antes de dormir, lo que ha ocurrido. Y que he comido sin lavarme las manos.
Y sí, eso ha ocurrido hoy.

¿Cómo lo soluciono?
No lo hago. Me muero por dentro, lloro un poco hasta que me insulto a mí misma y se me olvida. Porque ya está hecho, no puedo hacer nada para solucionarlo y me siento la peor persona del mundo. Durante unos minutos me cuesta respirar, mi pulso se acelera y deseo estar muerta. Pero se pasa. Porque es mi día a día.

No soy la única. Pero nadie de mi círculo me entiende y no los culpo, ni siquiera yo lo hago. 

Elige bien. 
Ali.

domingo, 23 de febrero de 2014

Por qué Nicholas Sparks (I); lecturas que enamoran



Un lugar donde refugiarse

Lo confieso: soy de bolsillo.

Me encanta ir a la Fnac (yo podría trabajar en la Fnac), a Carrefour, etc. y parar en la parte "Lecturas". 
Nada de últimos bestsellers o novelas de algún famosillo de pacotilla como Belen Esteban o vete-tú-a-saber-quién-saca-otro-mierdazo. No.
Yo me voy a la parte de "Libros de bolsillo". 

Libros con menos calidad (de impresión) pero igual de estremecedores en su lectura. 
Paseo unos minutos, mirando o leyendo el prólogo hasta que una portada llame mi atención. O eso, o el título. Y es lo que me pasó con Un lugar para refugiarse.


Continuemos.

Trata la historia de Katie, una joven muy guapa que aparece en un pequeño pueblo de Carolina del Norte como de la nada, lo que trae consecuencias: en los sitios pequeños, todos lo saben todo. Pero ella es un misterio. Poco a poco, gracias a Alex y Jo, comenzamos a conocer su pasado que, como todos podemos imaginar, no fue fácil. Pero, ¿qué le ocurrió para huir, para olvidarse del amor o encerrarse en sí misma?


¿Qué me ha gustado?
El tacto, cómo puedes llegar a comprender a Katie y todo lo que hizo aunque sepas que no es lo correcto. La descripción, sentir el dolor y el miedo. La sinceridad, imaginarte la sonrisa de los pequeños personajes que aparecen, querer una amiga como Jo y aprender a superar lo terrible que te depara la vida.


¿Qué no me ha gustado?
No es que no me haya gustado, pero la crudeza de uno de los personajes me hacía un nudo en el estómago cada vez que leía. La angustia del relato, la recreación. En algunas ocasiones demasiado pasteloso pero razonable dentro de lo que cabe. Muy fantasioso el final, forzado, yo hubiera cambiado varias cosas... pero claro, yo.


¿Lo aconsejo?
Sí y no. Sí si te gusta leer, si siempre tienes que estar leyendo algo (como yo) o te gusta leer de muchos temas en general. No si solo lees cosas muy bien redactadas, que te enfrasquen a la mínima o eliges con cuidado. Es vaga, muy parecida a todo lo que escribe Nicholas Sparks pero de lo peor suyo que he leído.


Hay película. 
No la he visto, la veré y escribiré si merece la pena. 

¡Besis de piruleta!



Elige bien. 
Ali.

domingo, 16 de febrero de 2014

Por qué nos sentimos mal con nosotros mismos


Nos gusta auto-compadecernos. 

La sensación de que tú estás mal. Y punto. 
Giramos alrededor de nosotros mismos, y qué idiotas que somos. Lo necesitamos. 

No llegamos al canon, a lo establecido, a lo explícitamente admitido y nos derrumbamos. Qué idiotas que somos.

¿Quién creó ese canon? De belleza, de inteligencia, de saber estar... de todo. ¿Quién estableció qué es lo correcto y qué no? Porque esa persona (si es que existe como tal), debería sentirse... un poquito mal. Un poquito al menos, aunque lo correcto sería haber dejado de existir. ¿Quién le dio ese poder?

Ah, que fuimos nosotros mismos.

Necesitamos de un orden, de ese orden para seguir con nuestra vidas. 
Metas.
Sueños.
Llámelo X.
Y está tan dentro de la sociedad y de nosotros mismos que ya lo aceptamos como algo que es así y punto. Nosotros mismos les dimos ese poder, lo pedíamos a gritos. Qué estúpidos podemos llegar a ser.

Pero lamentablemente no fue una persona. O quizá en su inicio si fue una persona, pero hablando en clave franca, fue un movimiento. Un movimiento en clave personal. ¿Quién necesita establecer un canon el cuál solo se consigue a través de una determinada acción... o producto?
Ahá, la publicidad. Qué mal ha hecho a la sociedad. La culpa es de una tercera persona.

Las imágenes que nos muestran son irreales pero ya las aceptamos como propias. Esa persona es perfecta, ¿cómo lo hará?
Son irreales, pero queremos ser como ellos. Quieres ser como la modelo del perfume o como el chico guapo que promociona esas camisetas. Por ejemplo.
Son irreales. Lo sabemos pero nos da igual. 
Nos gusta recrearnos en ello; en la sensación de que esa perfección existe (aunque se llame pho-to-shop) y que nunca alcanzaremos. Nos sentiremos mal con nosotros mismos, pero qué bien sienta.

Lo necesitamos.
Necesitamos ese modelo de conducta, esa aspiración a ser "algo mejor". ¿Mejor? ¿Y quién ha dicho que sea mejor?
Nosotros mismos.


Somos un circulo vicioso.


¿Lo repito? Qué idiotas somos.




Elige bien. 
Ali.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Insomnio: pasos para sobrevivirlo.


El insomnio es, en dos palabras: una putada.


Y a mis 21 años he vivido todos los tipos que existen.


Cada vez que me pasaba, buscaba en internet; tanto para buscar una solución como para no sentirme "tan sola" con este problema. Ver cómo otras personas estaban igual que yo me ayudaba.
Pero todo lo que había era lo mismo. Lo mismo repetido una y otra vez.



¿Existe algún remedio para evitar o superar el insomnio?

No. Y todas las páginas web que te prometen 10 pasos maravillosos para superarlo son una risa.
Claro que lo que dicen es positivo, es bueno, son tips. Pero esto no se soluciona así como así.


¿Cuáles son los trucos más famosos de la web para vencer el insomnio?

1. Acostarse siempre a la misma hora. Y esto, en esta era tan moderna y actual, es prácticamente imposible. Lo que si es cierto es que habituando al cuerpo a unas horas determinadas para dormir puedes conseguir que te entre ese sueñecito a la hora justa, pero esto lleva muchos horas y muchos días. Demasiados.

2. No fumar. Perdóneme, pero antes yo fumaba y dormía como un bebé. Esto es muy relativo: se dice que es estimulante pero 9 de cada 10 amigos que fuman dicen  que con el cigarrillo del insomnio su duerme mejor. Yo me apoyo en lo real, vamos. Aunque fumar mata. Deja de fumar.


3. Evitar la cafeína. Y no porque contenga cafeína en sí, sino porque la coca-cola es muy mala. Malísima. Sobre todo por el azúcar que contiene. Y aquí existe una leyenda urbana muy generalizada: el café antes de dormir es malíiiiisimo para el insomnio. ERROR. El café hace efecto a las 8 horas, no al cuarto de hora de tomártelo. Hace un efecto de arco, que sube a su mayor efecto a las 8 horas y baja progresivamente las mismas 8 horas. Y todo esto testado por un psicólogo.


4. Ejercicio físico diario y 3 horas como mínimo antes de dormir. Primero: aunque hoy hagas 200 sentadillas y 300 abdominales y sufres de insomnio, no vas a dormir mejor. Porque esto se ve con el tiempo; 2 meses más o menos. Y segundo: esto es depende del estrés, de si sufres insomnio por ansiedad o por distintos factores. Lo de hacer ejercicio mucho antes de dormir es para que tu pulsación baje bastante antes de que te metas en la cama pero esto es lo de menos. Hay gente que se castiga y se pone mucho más nerviosa por calcular las horas que debe hacer de ejercicio dependiendo de cuándo se va a dormir: tranquilo. Lo peor es agobiarse.


5. Mantener la habitación a oscuras y en silencio. Si lo puedes conseguir es que vives en el campo pero en la ciudad... es prácticamente imposible. Yo me he acostumbrado a dormir en oscuras totalmente y con tapones, el error más grave del mundo. Ahora una leve luz o un ruido de un coche me desvela. Es una tortura.


6. No beber o comer antes de dormir. Pero otros tips dicen beber un vaso de leche caliente justo antes de dormir y otros dicen que hay que comer un poquito también justo antes de acostarte. ¿Nos ponemos de acuerdo?
A mi me funciona una infusión; duerme bien de Hornimans.
Dicen esto por si luego a medianoche te tienes que levantar al aseo... peor será si bebes varias horas antes de irte a dormir, ¿no?

7. Si estás en la cama más de 15 minutos sin dormir, levántate (y cárdenas). Yo nunca lo he hecho. También es cierto que tardo un par de horas en dormir pero me da miedo levantarme y desvelarme del todo. Tú verás.

Todo esto es muy elativo: son consejos a largo plazo. Pero claro, lo que tú y yo buscamos son trucos que funcionen para la misma noche.

Mala noticia entonces: no existen.

Yo he experimentado dos tipos de insomnio regulares: dificultad para conciliar el sueño o despertarme tras dormir unas 3 o 4 horas y no poder volver a dormir.
¿Lo he superado? Si.
¿Cómo? En mi particular caso, volviendo a casa. La primera vez que tuve insomnio más de 1 semana seguida fue en Italia, de Erasmus, y hasta que no volví a mi casa en diciembre no pude volver a dormir con regularidad. Al volver a Italia en Enero la cosa cambió y lo superé; solo me ocurría alguna noche de no poder conciliar el sueño o incluso de no dormir en toda la noche, pero eran días esporádicos, nunca seguidos.
Me recetaron valeriana (ya ves tú) en cápsulas concentradas para dormir, pero no me hacían efecto.
Sufría de principio de depresión y ansiedad. Fueron unos meses horribles pero se solucionan. Leo por foros o blogs personas que dicen que llevan así años y años y que no pueden superarlo.
Creo que exageran: yo casi me vuelvo loca. Esto es más grave de lo que parece y como no es un problema físico, la gente no te entiende. Los efectos que conllevan son duros y tu entorno los puede achacar a otros problemas cuando en verdad, el no dormir o dormir muy poco, te hace ser una persona diferente.

¿Cuál es el mejor remedio entonces?
No pensarlo. Si no duermes, no pasa nada. Nada de nada. Ya dormirás, porque el cuerpo es muy inteligente. Lo mejor es el ejercicio: lo notarás seguro.
Por ello hay que relajarse y olvidarlo. Y aunque no puedas dormir, ¡no importa!, imagina ese momento tan ideal o ese viaje que quieres hacer. Aprovecha para soñar despierto/a.




Elige bien.
Ali.

lunes, 10 de febrero de 2014

Post-Goya 2014. El día después.

NOTAesta es mi opinión. Mi humilde y asdfgh opinión.

Sin brillo.
Sin chispa; lo mismo de siempre pero peor.

Pequeño (y tan pequeño) resumen de lo que me pareció la gala.

Después de tantos años esperando esta entrega de premios, porque cada año se mejoraban a sí mismos y los presentadores eran de 10, este año, al acabar la gala... una sensación de "¿Qué acaba de pasar aquí?" me invadió.
Si, esa sensación de... "¿en serio? ¿esto es... todo?"

Pues sí, eso fue todo amigos.

Y es que una buena gala sin un buen presentador... estaba destinada a no marcarse.
De primeras, el video inicial.
Yo lo siento mucho, pero desde lo que hizo Eva Hache el año pasado... todo lo demás no. 
Eso si: la escena que recorría todo el backstage a toma seguida, sin corte, estaba muy bien hecha (es súper difícil de hacer).
Segundo, el discurso, en tono reivindicativo me gustó; plagado de referencias. Por esa parte sí. Pero, ¿eran necesarios tantos movimientos, tantos gestos? En comunicación no verbal era 0. Y los chistes poco contundentes. En mi casa, los labios fruncidos y gestos extrañados empezaron a sucederse al par de minutos del inicio.

Seguimos con Manel: 
Su manera de "innovar" al coger las películas nominadas a mejor película y hacer un poco de parodia o darle el sello de calidad, como decía... para mi gusto no funcionó. Solo me gustó Chicote. Y es que podría haber estado bien, pero su voz y sus gestos no alcanzaban, no llegaban a causar esa carcajada. En conclusión, si no los hubiera hecho Manel Fuentes, hubieran estado bien. 
Y la parte del baile: las voces bien, es difícil coordinar completamente y que todo salga de 10 en directo pero fue pobre. Faltó más, un punto de emoción. Una pena que se quedaran a mitad.

Me quedé con un par de tweets, para que se vea que no es única esta servidora:

Prosigo:
¿Esa manera de dar las gracias a todos los bichos vivientes del planeta a qué viene? 
Todos dando las gracias a sus maestros, a los hijos que nunca tuvieron o a ese alacrán que nos les picó de pequeños y les ha dejado ser estrellas del cine español. Por dios.
De verdad que solo les faltó dar la gracias a... a no, que seguro que alguien le dio las gracias.


Eso sí: el "quiero ser dueña de mi destino" y "que nadie decida por mi" fue directo y genial. Gracias, necesitamos que se oiga, que no es posible que un hombre y su partido acabe con un derecho innato de la mujer. Se puede y se va a demostrar.

Gran triunfador David Trueba con "Vivir es fácil con los ojos cerrador" y seis estatuillas que se lleva esta película. Hay que verla, se me hizo la boca agua.

Pero también hubo buenos momentos:
Se me escaparon las lagrimillas con Terele Pávez. ¡YA ERA HORA! Muy merecido y muy emotivo. Estoy enamorada de tesa gran mujer. 
El goya muy merecido también de Javier Cámara. Se emocionó. Y después de grandes papeles que ha hecho, era un gran momento para él. ¡Enhorabuena!
Las seis o siete estatuillas que se llevó Las brujas de Zugarramurdi. Todos premios "menores", exceptuando el de Terele, pero que sin ellos hubiera sido una patata. Genial. Y Alex de la Iglesia, en mi corazón eras el goya a mejor guión. 

Y poco más.
¿Dónde estaba Penélope Cruz? Y ¿Anthoni Flag?

               Por último: AlicEstilimo.

             Mejores vestidas

Blanca Suarez y Aura Garrido.
Gupísimas. 
Un negro estilizador, serio y sexy que les sienta de maravilla. De 10.













Peores vestidas

Michelle Jenner y Manuela Velasco.
No, no me convence nada: ni el color de ninguna de las dos, ni las plumas finales de Michelles ni el corto de Manuela. Un pafr de cambios y sí, lo compro. Pero así no, nunca.












Elige bien.
Ali.

domingo, 9 de febrero de 2014

Viva el cine español; Premios Goya 2014

Ya está aquí.
Ya llegó.

Y que miedo tengo.
Primero por el presentador: Manel Fuentes. 
Y seguro que no soy la única.
Porque, después del gran Andreu Buenafuente y la extraordinaria Eva Hache... ¿no suena muy "pobre" que la gala esté conducida por este presentador?
O quizás soy yo, que soy un poco escéptica, pero sólo me gustaba en Caiga quien Caiga (era bastante pequeña para el humor de Crónicas Marcianas o La noche con Fuentes y Cía, aunque alguna vez lo veía). Qué le vamos a hacer.

Espero que sorprenda para bien y me calle la boca: ya estoy salivando pensando en lo que habrán preparado. Aunque mejorar lo presente será tarea difícil-imposible. Que no mejore, que innove.

Segundo por la gran ausencia de Alex de la Iglesia en las principales categorías.
¿Por qué?
Las brujas de Zugarramurdi no es lo máximo, no está a la altura de grandes (e inolvidables) trabajos que han pasado por estas galas pero la labor de dirección y guión... bajo mi criterio sí merecía mayor consideración.
Alex, yo si te quiero y tienes el Goya de mi corazón.

Más o menos esos eran mis miedos. Porque la ausencia de Wert no me da miedo, más bien risa. Y lástima. Porque está huyendo, se ve a simple vista. Los pasados premios Goya fueron la ocasión ideal para todas las críticas que recibió (que se volverán a realizar, con su presencia o sin ella) pero visto lo visto, no tiene aguante para recibirlas de frente. El ministro se disculpaba porque tenía un "problema de agenda" y acudirá el Secretario de Estado de Cultura en su nombre. 
Felicidades Ministro, si ya tenía 0 credibilidad, esto la hará disminuir, si es posible, muchísimo más.

Modelitos, modelitos everywhere.
Más 2013: más Paula Echevarría con esa elegancia natural y preciosa y menos Ana Obregón vestida de campana.
Guapa, preciosa que estaba Paula. Ese color favorecedor y el recogido sencillo. 10.
Horrible, de vergüenza. Ana Obregón parece que está sacando pecho en plan "señorío español". Encajes: -10.

Espero ansiosa la alfombra roja de este año.

Pero vayamos a lo divertido; hagamos apuestas, ¿no? 
Y he de decir que no he visto todas las películas (mal), pero me voy a permitir el lujo de hacer quiniela.

Mejor película
No me la quiero jugar. Es que fallaré seguro. Así que aquí no diré nada.



Mejor dirección:
Daniel Sánchez Arévalo - La gran familia española


Mejor música original:
Esta sí que la tengo clara: el gran Óscar Navarro por su trabajo en La mula. Hay que apoyar a los de casa y él se lo merece. Cruzaré los dedos muy muy fuerte, aunque la música de Las brujas de Zugarramurdi me gustó bastante. 



Mejor guión original:
Pablo Alén, Breixo Corral - 3 bodas de más. Fresca y divertida. 



Mejor interpretación masculina protagonista:
Javier Cámara - Vivir es fácil con los ojos cerrados. Se lo merece ya, ¿no?. 



Mejor actor revelación:
Berto Romero - 3 bodas de más. We love you Berto.



Mejor montaje:
Pablo Blanco - Las brujas de Zugarramurdi. 



Mejor interpretación femenina protagonista:
Aura Garrido - Stockholm. Siempre me ha gustado esta chica, es tan misteriosa...


Nos espera una bonita noche de palomitas y risas (espero risas y sonrisas).
¡Disfruten y hagan sus apuestas!

Elige bien. 
Ali.