viernes, 27 de junio de 2014

Descubrimientos inútiles y-sorprendentes


Pongo la mano en el fuego a que no soy la única que descubre algo (inútil, innecesario para la existencia humano y chorra) y siente la necesidad de contarlo a los cuatro vientos (o a todo Twitter).

Pasando por 4 fases:
1) Veo algo raro, distinto: sufro un "dejavú" o pienso algo ingenioso. Y descubro algo.
2) Me lo creo, fase indispensable.
3) Me rio sola, asintiendo frenéticamente.
4) Miro a mis lados, a ver si hay alguien (NOTA: si estás sol@ no lo hagas), y si hay alguien lo cuento y si no, me río más flojito imaginando la cara que pondrán cuando lo cuente.

Pues hoy me ha ocurrido. A veces estas cosas me pasan, necesito sentirme "special".

Estaba aburrida, viendo vídeos en Youtube, comenzando por un informe Robinson sobre el Dream Team y terminando por mejores momentos de Ralph Wiggum. Lo típico, vamos. ¿Y la de vueltas que he dado para llegar a ese vídeo comenzando por otra cosa totalmente diferente...? Pero ese es otro tema. Interesante, pero otro tema.


Total, ahí estaba yo partiendo la caja-torácica con "La respuesta es el fantástico Ralph!" o "¿Por qué todos huyen de mi?" cuando ha salido la siguiente escena:



Y digo...
FASE 1) "¿Gracias Sara? ¿Gracias Sara? ¡Gracias Sara! ¡Wiggum es un precursor! La coletilla de la Eurocopa es gracias al jefe Wiggum, que grande. "
FASE 2) Me lo creo totalmente: estoy aquí escribiéndolo.
FASE 3) Me he reído, yo sola.
FASE 4) Como estoy sola, había pensado ponerlo en Twitter pero he pensado: ¿para qué escribirlo en ciento y pico caracteres si tengo un blog y puedo escribir y darle la tralla que quiera? Con lo que me gusta enrollarme, más que a un Kebab.


Después de lo que acabo de decir, esta soy yo ahora mismo.
O esta.

(...)

Siguiendo con los descubrimiento inútiles, ¿recuerdas cómo te sentiste cuando descubriste que el símbolo de Carrefour no era una cosa rara y sin sentido, sino que era la C?
Increible.
Foto de Creativos online

¿O cuando descubriste que Theon Greyjoy de Juego de Tronos, es Alfie Allen, el hermano de Lilly Allen?
Foto de Digital Spy

Con esta carilla me quedé yo:


Creo que iré actualizando esta entrada conforme descubra cosas. Si, eso haré.


Ale, viva Ralph.



Sois adorables.

jueves, 26 de junio de 2014

Whatsapp, Facebook... y viceversa.


¿Somos predecibles?
Con una "cosa" muy sencilla, se puede saber mucho de nosotros: expuestos al medio, contamos más de lo que deberíamos y callamos lo más importante pero nuestras acciones están ahí, se pueden ver... y analizar. Y los analistas se relamen.



Un día normal, tranquilo, de comida familiar, mi tío comentó una cosa que me pareció bastante interesante; él tenía un pequeña teoría que he podido comprobar con bastante facilidad.

Si, muy bien, pero, ¿cuál es esa teoría?

Sencillo: la gente que usa mucho Whatsapp, usa muy poco Twitter, Facebook y demás redes sociales y, quién controla y actualiza muy seguido Twitter, Facebook, etc., por el contrario, utiliza menos Whatsapp. ¿Fácil, no? + Whatsapp - Facebook y -Whatsapp + Facebook, para hacerlo más sencillo.



Y esto quedó ahí, no se le dieron más vueltas ni se explicó porqué o diferentes teorías que pueden surgir pero yo, en mi fuerito interno, lo pensé: ¿por qué?
En sí, no debería ser así porque las redes social y la mensajería instantánea son compatibles y esta afirmación abarcaba bastante, pero seguía siendo interesante.



Vayamos pues con el experimento:
Seguro que conoces a alguien muy enganchado a Whatsapp, que siempre está con el móvil en la mano hablando con 3 o 4, que está en tropecientos grupos y que presta más atención al móvil que a ti. Entra en su Facebook: ¿cuándo fue la última vez que subió una foto? ¿Cuándo compartió un estado, una foto o respondió a alguien?
Y lo mismo con Twitter.



Por el contrario, seguro que también conoces a alguien en Facebook 23 horas y media, que comparte en Twitter lo que desayuna, lo que caga y cuántas horas duerme de media al día. Esta persona (tan singular), ¿está enganchada a Whatsapp? Me apuesto un riñón y parte del otro que no.


Yo lo comprobé, primero, conmigo: en whatsapp suelo se un fantasma (y en la vida real ja, ja) pero Facebook es una religión. Lo mismo instagram.
Segundo, una amiga: en whatsapp día, tarde y noche, no se despega del móvil ni comiendo (para matarla... a besos). En cambio, en Facebook no existe, solo cambia la foto de perol o le da a "me gusta" a la foto que acabas de subir y que sale ella. Y ya está.

¿Interesante, verdad?

En realidad es una tontería, algo mínimo, pero que debería hablar de nosotros. En un futuro haré un "estudio" sobre lo que dice de nosotros el enganche a Whatsapp o Facebook, puede ser interesante.
Me gusta la palabra interesante.

¿Qué os ha parecido?

Sois adorables, nos vemos en Facebook ;)