martes, 9 de diciembre de 2014

martes, 2 de diciembre de 2014

Sensación de ahogo




Qué perdida me siento,
pese a estar rodeada de gente.
Qué perdida y sola me siento,
aunque sea solo un sentimiento y no una realidad.

Olvidé tu número de teléfono. Desapareciste de mi lista mental.
Qué perdida me siento.

Llámame, sé que está ahí. No puedo verte, pero sé que estás al otro lado.
Me he equivocado, lo siento. Está comunicando.

Llámame, dime 'hola'. Recuérdame que existes.
Miro a mi lado y no estás, ¿cuándo te fuiste?
Desapareciste y dijiste adiós, pero no te escuché. No quise.

Qué perdida me siento, qué grande es todo.
¿Por qué no me ayudas a centrarme? Llámame.

Vuelve.
Estás cerca, lo noto. Pero me he confundido y ya no puedo volver atrás.
Debería darle vergüenza al caprichoso destino que hace que olvide lo importante en mi vida, qué injusto. Pero tú, cariño, no hagas caso.

Lo he vuelto a intentar. ¿Hola? ¿Hay alguien al otro lado?
Silencio. Vacío. Y vuelvo a sentirme perdida.
Porque, aunque lo intente mil veces y lo vuelva a intentar otras mil, ya no puedo dar contigo. Porque he olvidado los rastros que clavé a fuego ardiendo, he olvidado los detalles que hacían de mi vida un mundo, he olvidado las sonrisas más bonitas que he podido presenciar. He olvidado tu apellido, he olvidado el tacto de tu pelo, he olvidado tu sabor y el frío de tus pies en mi cama desnuda. Lo he olvidado todo de ti, he olvidado cómo dar contigo porque ya no sé quién eres.

Tan cerca y a la vez tan lejos.
Y yo sigo perdida aunque tú ya no puedas encontrarme. Porque no se quién eres. Ya no importas.

Ya no puedo ni perderme en mis recuerdos...