lunes, 27 de octubre de 2014

¿Me avisarás cuando desaparezcas?






Existe un sentimiento extraño, que te oprime por dentro, que no puedes evitar porque nunca llegarás a entenderlo pero que es tan fuerte como el amor o el odio; un sentimiento que se asemeja a la soledad pero que es cosa de dos, que tiene que ver con la locura pero es más difícil de clasificar. Un sentimiento horrible, que si lo has sentido nunca lo olvidas y si no ha llegado a tu vida, rezas para que nunca lo haga.

Sentir que una persona va a desaparecer.

¿Cómo nombrar esa sensación, ese sexto sentido que te grita 'peligro'? Una angustia que te aprisiona la mente; "se va a ir, no se porqué, pero va a desaparecer".
¿Has sentido alguna vez cómo una persona se aleja de tí, cambia se forma de ser, sonríe de manera diferente o... el brillo de su mirada ya no es el mismo? Cambios mínimos y el tiempo te da la razón.
Es algo que no se le desea nadie, ni a tu peor enemigo.

Cuando tú necesitas a la otra persona, cuando le demuestras cariño, comprensión, tu mejor yo. Y no lo aprecia, no te lo dice, cambia, se camufla. Se aleja de tí. ¿Terminó?

Y puede ser peor. Puede ser mil veces peor; cuando tú sabes que se va a ir y no lo aceptas. Sabes que se va y no quieres. Qué mala sensación, luchar contra el destino y contra su voluntad...

Desearías gritarle, "¡no desaparezcas, te necesito. Quédate conmigo!" pero, ¿quién eres tú para atar a nadie? ¿Quién te crees tú que eres para luchar contra lo inevitable? No es tu culpa, ni la suya: es que la vida pone obstáculos, porque si todo es demasiado fácil, no apreciaríamos a la persona que se queda cuando puede marchar. Deberíamos dar las gracias por ese sensación de vacío, nos demuestra que no nos merece.

Cariño, tú mereces mucho más.



Ah! Y no intentes luchar contra ese sentimiento; cuando esté listo, dejará de orpimirte y se evaporará. Mientras tanto, desahógate y no esperes nada. Nunca esperes nada.


Elige. Quédate con ella, quédate conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario