domingo, 19 de enero de 2014

Por qué estudiar (así, en general)


¡Para conseguir un trabajo!
Anda si, ¿y qué más?

Ésta era la respuesta tradicional, ¿no?.
Tienes que estudiar para trabajar, sino estudias ¿qué futuro te espera?


Y sigue existiendo. Porque no ir a la universidad está muy mal visto.

Y sé que no soy la única a la que le ocurría esto:
- Y tú, ¿qué haces?
- Pues un módulo ciclo formativo de (inserte el ciclo que usted más guste: mecánica, informática, electricidad, jardinería, peluquería, etc.)
- Am. No da para más.


Si, cierto, alguna vez lo he pensado pero luego recapacitaba porque parece que hemos crecido para ir a la Universidad, estudiar una carrera que no nos gusta para así trabajar en algo que odiamos y poder vivir gracias al salario de una vida de mierda.



¿Tú? Deberías estudiar derecho, se te da bien empollar. O magisterio, tienes mano con los críos.

¿No puedo decidirlo yo solita, gracias?

En mi caso particular, me rebelé contra el mundo. Cuando parecía que todos querían enfocar mi vida hacía una dirección que yo veía muy negra, yo pensaba en escribir, en diseñar, en retocar fotografías, en soñar despierta, en dejar volar mi imaginación mientras veía una película y así diseñar mi propio guión. Pero eso estaba mal visto.
Con eso no llegas a ninguna parte.
¿Fotografía? ¿Quieres morirte de hambre?
¡Deja eso y ponte a estudiar algo serio!


Bueno, nunca lo he tenido muy claro. Pensaba que era una persona decidida, independiente, fuerte y que no necesitaba nada de nadie, pero a la hora de la verdad me morí de miedo: cuando fue el momento de dejarlo todo y romper moldes me acobardé y me metí en una carrera que no me gustaba (Publicidad y Relaciones Públicas) porque no sabía que hacer con mi vida. Y porque tenía que estudiar algo, lo que fuera, pero tenía que ir a la universidad aunque no lo tuviera claro.


Error.

Hay personas que no lo tienen claro con 17, 18 o 19 años (incluso con 23 o 24) y no hay problema por mucho que intenten enseñarte que que los hay. La educación te guía para meterte donde ella quiere, sin mostrar mucha preferencia por tus gustos (ya que, aunque pienses que son diferentes, son exactamente los que ella, la educación, quiere que tengas).
Me vi sola, desamparada. Todo el mundo lo tenía claro: derecho, magisterio, medicina, enfermería, ingeniería informática, etc. Y yo no sabía que quería hacer, lo único que sabía era que nunca en la vida podría hacer aquellas cosas porque no iban conmigo.
¿Qué me esperaba?
Yo creía que nada, que si no me metía en lo que fuera me iba a quedar marginada, como la idiota de la familia o la que no sabe que quiere en la vida.

Fue tan grande el miedo...
Pero también pude haberme metido en Historia, en Arte Dramático, en Comunicación Audiovisual (carreras que, según la sociedad, no tienen ninguna salida) así que entré en Publicidad y Relaciones Públicas porque otra cosa no, pero la comunicación me apasiona: los medios, la interactividad, dar a conocer al mundo la novedad.
Con mi media de selectividad no tuve ningún problema en entrar donde yo quise (que, por miedo de nuevo, fue en Murcia para no estar lejos de la familia) que fue cerca de casa, en vez de salir del nido e irme a Madrid o Barcelona, como siempre, en mis más esperados sueños, había soñado que haría mi vida.

¿A dónde quiero llegar con esto?
Yo tuve miedo, muchísimo, y por eso cometí tantas imprudencias que luego no arreglé (ya explicaré el porqué) por no tener las cosas claras.
Pero en aquel momento no comprendí que no pasaba nada, que no todos tienen claro a los 18 años que quieren ser veterinarios, que la inspiración puede llegar en el mejor o en el peor momento de tu vida pero llega y ahí es donde tienes que echarle valor y luchar por lo que tú de verdad quieres hacer.

Da lo mismo hacer una carrera universitaria, un ciclo formativo medio o superior, un máster o nada porque todos al final acabamos muertos de miedo por la incertidumbre del futuro (unos más que otros) que nos agobia y nos encierra en un saco tan oscuro que hace que te precipites y hagas algo de lo que, seguramente, te arrepentirás el resto de tus días.

El miedo solo ataca a quien se deja. Tú tienes la voluntad de hacer lo que quieras porque vida solo hay una y te pertenece a ti por más que intenten hacerte creer que no. Ni caso.


Elige bien.
Ali.

1 comentario:

  1. Mare!!!. Pero de dón-de has sacado este talento para enrollarte como las persianas???. Flipo ...los tópicos definitivamente no aciertan contigo. Lo tuyo es la palabra escrita, eres una crack!!!. Si sigues así dentro de nada tendrás muchos seguidores. Love Elia

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